lunes, 14 de mayo de 2012

La fragilidad de un pensamiento



Nuestras ideas son susceptibles de sufrir cambios repentinos, radicales o imperceptibles, ya sea por nosotros mismos o por influencia ajena.
Tener una mente abierta siempre te ayudará a aprender, pero una personalidad definida te protegerá de esos cambios ideológicos radicales que en ocasiones pueden ser favorables o todo lo contrario. La capacidad de aprender, de entender y/o ayudar, proviene de tu mente. Una mente estable en pensamientos e ideales, es propia de una persona con personalidad propia; una persona que no se deja influenciar por comentarios desprovistos de valor.
Por eso, debemos ser leales a nosotros mismos: a nuestros ideales, porque son ellos los que nos distinguen unos de otros. Ni la altura, la delgadez, la belleza o la fealdad o cualquier apariencia física lo hacen, porque al fin y al cabo, todos somos seres humanos: somos iguales...
Sólo la razón es válida como distintivo. Tú, en cuanto ser racional, eres lo más valioso, porque eres únic@. Todos nos vestimos igual, y nos peinamos igual, pero... ¿acaso pensamos todos igual? ¿Tenemos la misma capacidad mental? Qué fácil sería todo si fuese así, ¿no?

La vida es un guión. Busca tu papel e interprétalo lo mejor posible. El éxito de la obra depende de ti.



Natalia G. Raimbault ©

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