Mentir o ser sincero. Cosas diferentes y además opuestas;
no pueden complementarse.
¿Cómo podemos ser sinceros con los demás? Podemos intentarlo, pero fallaremos si primero no somos sinceros con nosotros mismos. El problema es que nos mentimos para crearnos una imagen incierta de nuestra propia personalidad; para creernos mejores; para sentirnos "mejor"... Pero eso en el fondo no sirve de nada. Sabemos cómo somos, y no podemos cambiar algo que no nos guste si no lo aceptamos a priori.
Ser sincero implica perder el miedo a las respuestas desfavorables. Mentimos para oír lo que nos gusta que nos digan, y sentirnos "los mejores". El problema es la falta de autoestima que tenemos las personas, generada en su mayoría por... otras personas... Lo mejor es sentirse bien con uno mismo y no hacer caso a aquéllo que no lo merezca; así evitaremos la tentación de mentir, y la gente que nos rodea agradecerá nuestra sinceridad al igual que la agradecemos nosotros. No pidáis a nadie lo que vosotros no dais...
La vida es corta: no os preocupéis por el "qué dirán" o "qué pensarán", porque... DA IGUAL.
Natalia G. Raimbault ©
¿Cómo podemos ser sinceros con los demás? Podemos intentarlo, pero fallaremos si primero no somos sinceros con nosotros mismos. El problema es que nos mentimos para crearnos una imagen incierta de nuestra propia personalidad; para creernos mejores; para sentirnos "mejor"... Pero eso en el fondo no sirve de nada. Sabemos cómo somos, y no podemos cambiar algo que no nos guste si no lo aceptamos a priori.
Ser sincero implica perder el miedo a las respuestas desfavorables. Mentimos para oír lo que nos gusta que nos digan, y sentirnos "los mejores". El problema es la falta de autoestima que tenemos las personas, generada en su mayoría por... otras personas... Lo mejor es sentirse bien con uno mismo y no hacer caso a aquéllo que no lo merezca; así evitaremos la tentación de mentir, y la gente que nos rodea agradecerá nuestra sinceridad al igual que la agradecemos nosotros. No pidáis a nadie lo que vosotros no dais...
La vida es corta: no os preocupéis por el "qué dirán" o "qué pensarán", porque... DA IGUAL.
Natalia G. Raimbault ©
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